Al borde de la imposibilidad

Por María González Salazar (2º Bach. Ciencias)

Probablemente cuando pienso en las injusticias que se viven en nuestro planeta
actualmente, lo primero que diría serian las guerras pero, ¿tenemos todos el mismo
concepto de injusticia? . Lo que para mí es sin duda alguna una injusticia, para otro no
lo es tanto o incluso ni lo llega a ser. Un ejemplo claro, las personas que han atacado a
Palestina en los últimos días no lo verán como una injusticia pero en cambio, las
personas que están sufriendo los ataques sí.

A mi juicio, la posibilidad de reducir las injusticias en nuestro planeta cada vez es
menos posible; la maldad, la codicia o la poca empatía que hay actualmente, nos
incapacitan casi a la totalidad de reducir las injusticias. No es que por poner el ejemplo
de las guerras, estas sean las más comunes desigualdades, no. Las injusticias las
vivimos cotidianamente e incluso sin apenas darnos cuenta. Es injusto que en una
tienda en la que esperas durante una hora una fila, llegue alguien y se ponga delante
de ti. Es injusto que camines tranquilamente y te roben, así, como es injusto que las
personas maten a inocentes. Como vemos hay distintos tipos de injusticias, según la
gravedad, la situación o la experiencia de las personas que las sufren.
Fundamentalmente son culpables de las injusticias personas sin escrúpulos, sin valores
o simplemente personas, que no son capaces de vivir sin propiciar el mal a otras.

Para finalizar, personalmente opino que reducir las injusticias en el planeta roza el
borde de la imposibilidad. No podemos tener controlados a todas las personas y
hacerles ver lo que sí y lo que no esta bien (evidentemente dentro de un amplio
margen de opiniones sobre lo que sí o no está bien). Esto es algo que se debe tratar
desde la infancia para comenzar a reducirlas, y es algo que no todos están dispuestos a
llevar a cabo con las personas a su cargo.

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